Cuando pensamos en limpiar una estancia a fondo siempre nos viene a la mente un producto: la lejía. Sin embargo, es imprescindible usar este producto con moderación ya que, aunque desinfecte, la lejía puede llegar a tener perjuicios para nuestra salud. Por ello, hoy queremos daros algunos consejos y consideraciones previas a usar este producto.
- Diluirla en agua fría: Ya que si se mezcla con agua caliente el cloro se evapora,
haciendo que pierda sus propiedades desinfectantes. - Abrir las ventanas: Y ventilar la estancia, ya que su intenso olor puede provocar malestar y mareos.
- Utilizar lejía de uso alimentario: Este tipo de lejías no suelen llevar perfumes ni aromas, por lo que también son mucho más suaves.
- No uses demasiada: Con un vaso de 20 cl por cada dos litros de agua es suficiente para desinfectar una estancia normal.
- Nunca la uses sin diluir: Su fuerte aroma, el cloro y su composición puede dañar muebles y suelo.
- Usa ropa vieja: La lejía puede salpicar creando manchas de por vida en la ropa.